¿Qué es un Spa?
Vivimos acelerados, corremos para ir al trabajo, para regresar a casa, para recoger a los niños del colegio y para ir al gimnasio. Apenas tenemos un momento para relajarnos, para no hacer nada o para dedicarlo a nosotros mismos. Por ello, los Spa han aparecido con gran fuerza en nuestras vidas, porque ofrecen precisamente lo que necesitamos. Los Spa tienen innumerables beneficios para nosotros y nos ayudan a relajarnos y a solucionar los pequeños problemas musculares y óseos que nos provoca nuestra vida y nuestro ajetreado día a día.El concepto de Spa es muy amplio y puede englobar desde un Hotel o balneario situado en una montaña o zona turística a un establecimiento en la ciudad que no ofrezca habitaciones y que se limite a ofrecer los servicios propios de los Spa. También se puede disfrutar de un Spa en un crucero, en donde se combinaría el placer del navegar con el de recibir los tratamientos.
Los tratamientos Spa son muy diversos y cumplen distintos fines. Pueden mejorar una dolencia, relajarnos y quitarnos el agotamiento del día, mejorarnos estéticamente y hace vernos más joven o ayudarnos a que recuperemos el brillo de nuestra piel.
Por ello, los servicios que ofrecen los Spa son muy diferentes e incluyen, entre otras cosas, chorros de agua a diferentes temperaturas, aguas minerales que aportan al cuerpo esos minerales que nos faltan, masajes terapéuticos y relajantes, baños de barro, que cada vez están más de moda y que ayudan a que la piel recupere su tersura natural y muchos otros servicios.
Los Spa han llegado a nuestras vidas y prometen quedarse en ellas para ayudarnos a que ésta sea mejor, o, al menos, más placentera. Gracias a los beneficios que nos aportan los Spa, podremos hacer frente a nuestros dolores de cada día, aparcar el estrés y recuperar el gobierno de nuestros actos, de nuestra vida y de nuestro tiempo, por lo que los Spa nos ayudarán a disfrutar más.
Ventajas/beneficios que tienen y que aportan los Spa
Nuestra sociedad ha evolucionado de tal forma que nos obliga a vivir a una gran velocidad. No nos permite reposar, vamos de casa al trabajo, del trabajo a casa, y no tenemos tiempo para relajarnos, para disfrutar de un tiempo para nosotros, para disfrutar en soledad o con los seres queridos. En definitiva, nuestra sociedad no tiene y no nos da tiempo para que dediquemos a nosotros mismos.
Todo esto ha provocado que los hoteles con Spa se hayan posicionado como una de las opciones más importantes y placenteras para el confort personal. Aunque pueda parecerlo, el concepto de Spa no es nuevo, sino que viene de lejos. Desde el principio de los tiempos, la alta sociedad ha disfrutado de las excelencias de los baños de agua a diferentes temperaturas, de los masajes y del resto de tratamientos propios de un Spa.
Los Spa ofrecen beneficios a sus clientes en los siguientes aspectos:
Mejora física: Gracias al tratamiento de un Spa, se consigue la relajación muscular, por lo que las dolencias de este tipo remiten y tienden a mejorar. Desde lumbagos, pasando por cualquier dolor de espalda, dolores musculares o torceduras de cualquier tipo, la mezcla de aguas termales, masajes y otros tipos de tratamientos, consigue que el dolor y el malestar desaparezca. También, son claramente beneficiosos para problemas óseos, especialmente, para la artritis, que aunque no la eliminan, por ser ésta una dolencia crónica, sí consigue remitir el dolor y retrasar la expansión.
Mejora psíquica: El estrés es el mal endémico de nuestra sociedad, de una sociedad que se mueve a demasiada velocidad, y este estrés provoca dolencias psíquicas muy agudas. A través de un tratamiento en un Spa, la persona consigue centrarse en su propio cuerpo, en su propia mente, aislarse del exterior, por lo que se aleja de sus problemas del día a día y al sentirse cómodo y relajado, empieza a notar como su estrés, como su malestar psíquico y mental empiezan a remitir.
Mejora estética: Cuando estamos en un Spa, nuestra estética y aspecto exterior pueden mejorar considerablemente. Esta mejora viene motivada por diferentes motivos. En un Spa, nos sentimos mejor, más tranquilos, más relajados, más serenos y esta sensación de bienestar y tranquilidad se transmite de nuestro interior a nuestro exterior. Además, muchos Spas ofrecen la posibilidad de realizar diferentes tratamientos de belleza, tratamientos para la piel, tratamientos de rejuvenecimiento, de limpieza de cutis, mascarillas naturales, etc.
Los Spa, ¿Curan las enfermedades?
Obviamente, los Spa no son la solución a todos los problemas físicos que padecemos ni podemos esperar que sean el remedio definitivo para enfermedades que no sean de origen muscular u ósea. Pero aunque no curen determinadas enfermedades, sí ayudan a mejorarlas o a mitigarlas. Por ejemplo, se está estudiando la notable mejoría que experimentan muchos pacientes diabéticos después de un tratamiento en un Spa. Este aspecto abriría un nuevo abanico de público y clientes para este tipo de establecimientos, aunque la realidad es que las enfermedades de carácter interno no mejoran ni remiten con un tratamiento en un Spa.
También es cierto, que tras un tratamiento de Spa se puede producir una ligera sensación de mejoría, porque tras el tratamiento, el cuerpo se encuentra en paz y relajado. Pero también es importante no llevarse a engaño ya que en ningún caso, la enfermedad desaparecerá ni remitirá totalmente. Los Spa no curan enfermedades como el cáncer, como el sida, como la leucemia, o cualquier enfermedad de origen interno.
Lo que sí consigue el Spa es remitir el sufrimiento al provocar un estado placentero en el paciente, por lo que sí se produce una mejora, aunque sea parcial, durante el tiempo que dura el tratamiento. Por estos motivos, algunos doctores que tratan estas enfermedades recomiendan las visitas a los Spa como ayuda o como parte de la recuperación.
¿Para quiénes son apropiados los Spa?
Los Spa ofrecen una amplia gama de tratamientos que pueden ser apropiados para todas las personas, con independencia de su estilo de vida, de sus posibles dolencias o de sus posibles necesidades, lo cuál abre un gran abanico de posibilidades.
Por ejemplo, una persona que sufre de artritis y que tiene dolores crónicos en los huesos, recibirá un tratamiento de aguas apropiado que le ayudará a mejorar la lubricación de sus huesos. De esta forma, remitirá, por lo menos hasta un cierto punto, el dolor que sufre y le ayudará a que la enfermedad avance más lentamente, pero sin llegar a pararla o curarla.
Aquellas personas que sufren dolores musculares, ya sean puntuales o crónicos, pueden recibir masajes terapéuticos adecuados de profesionales especializados. Estos masajes les ayudarán a recuperarse más rápidamente de esas dolencias, sin que tengan que tomar tantos medicamentos, que podrían tener efectos secundarios o tener que utilizar todo tipo de cremas. Estos masajes terapéuticos son ideales para los dolores de espalda, que afectan a una gran parte de la población actual.
Y, por último, pero no menos importante, los Spa son el mejor tratamiento natural de belleza que se conoce. Los Spa ofrecen una amplia gama de masajes relajantes, baños de barro, tratamiento de aguas a diferentes temperaturas, que nos ayudarán a relajarnos la piel y a relajarnos en general, lo cuál redundará en un mejor estado de ánimo y en una mejora de la apariencia física. No hay que olvidar que son precisamente los nervios, el estrés y los problemas del día a día los principales causantes de que nos aparezcan arrugas en la piel.
Los Spa son apropiados para todo tipo de personas, pero cada uno debe saber cual es el tratamiento más adecuado para su caso particular. Si no lo hacemos así, la visita al Spa puede resultar inútil y no aportarnos ningún beneficio.
¿Para quienes no son apropiados los Spa?
Por regla general, los hotel Spa son muy beneficiosos para todas las personas, con independencia de sus dolencias o de los motivos que los han llevado a elegirlo como destino de vacaciones o como destino para una escapada de fin de semana.
Pero esto no siempre es así, ni es lo mismo en todos los casos, ya que no todos los tratamientos son adecuados para todo tipo de personas. Por ejemplo los tratamientos termales no son recomendables para personas que tengan insuficiencias cardiacas, que padezcan de varices, la enfermedad de Paget o que sufran de Osteoporosis, así como para las que padecen reumatismos inflamatorios. Por ello, si padeces cualquier tipo de trastorno o enfermedad, es importante que preguntes antes a tu doctor o en un centro especializado para asegurarte de que el tratamiento que te gustaría seguir en un Spa no va a ser contraproducente con tu caso particular, enfermedad, dolencia o estado físico.
Teniendo esto en mente, los Spa si serían recomendables para prácticamente todo el mundo, siempre y cuando nos aseguremos antes, claro está, de no seguir un tratamiento inadecuado para las dolencias que tenemos. Por ejemplo, podría darse el caso que para mitigar una determinada dolencia no sea recomendable un masaje terapéutico o un baño de aguas termales. Lo mejor, como siempre, es asesorarse con nuestro médico o con personal especializado del Spa y que ellos determinen y nos recomienden el mejor tratamiento para nuestro caso particular.
Si vas a someterte a un tratamiento Spa, también es importante debes de tener cuidado si tienes piel sensible, alergias o dolencias específicas.
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