Los síntomas más habituales de la narcolepsia son:
- Somnolencia diurna excesiva. La principal característica de la narcolepsia es la somnolencia excesiva y una incontrolable necesidad de dormir durante el día. Las personas que padecen de narcolepsia con frecuencia tienen dificultades para permanecer despiertas durante largos períodos de tiempo, con independencia de las circunstancias. La narcolepsia puede causar graves interrupciones y trastornos en la rutina diaria.
Una persona con somnolencia también suele estar menos alerta durante todo el día.
- Pérdida repentina del tono muscular. La narcolepsia puede ir acompañada de episodios de cataplejía (en el 70% de los casos). La cataplejía son aquellas situaciones en la que la persona no puede mover alguno o todos los músculos de su cuerpo. La cataplejía suele confundirse frecuentemente con episodios de epilepsia y puede generarse por situaciones tan comunes como un enfado, la risa o el simple hecho de sentir miedo.
- Sueños extraños mientras se duerme,
- Parálisis del sueño. Las personas con narcolepsia con frecuencia experimentan una incapacidad temporal para moverse o hablar, en el momento de dormirse o al despertarse. Estos episodios suelen ser breves y duran pocos minutos - pero pueden ser aterradores.
- Las alucinaciones. Estas alucinaciones pueden ocurrir cuando una persona con narcolepsia cae rápidamente en el sueño REM (fase del sueño en la que se sueña). Dado que a esta persona se le puede semidespertar cuando está empezando a soñar, puede experimentar sus sueños como si fueran realidad pudiendo llegar a ser aterradores.
- Sueño inquieto. Las personas con narcolepsia pueden actuar también en sus sueños nocturnos moviendo sus brazos o pataleando y gritando.
- El comportamiento automático. Durante los episodios de conducta automática, la persona seguirá comportándose durante el sueño como si estuviera despierta. Es posible que la persona se ponga a hablar y a ordenar determinados objetos. Cuando se despierta no recordará que ha realizado estas tareas. Hasta el 40 por ciento de aquellas personas con narcolepsia tienen comportamiento automático.
La narcolepsia no tiene aún definidos sus posibles orígenes. Sin embargo los especialistas coinciden en que el estrés, la menstruación (y cambios hormonales) así como también traumatismos cerebrales o algunas infecciones pueden dar origen a esta enfermedad. Hacer un diagnóstico de narcolepsia suele ser fácil cuando la persona evidencia varios de estos síntomas. Sin embargo, cuando estos son leves o solo aparece alguno de ellos, reconocer el trastorno puede ser difícil.
La narcolepsia es crónica, lo que significa que los signos y síntomas pueden variar en gravedad, pero nunca desaparecen por completo. La narcolepsia es un trastorno del sueño que se trata con medicación que atienda exclusivamente a la estimulación del sistema nervioso central. Generalmente se utilizan anfetaminas y sus derivados para dar respuesta a los periodos de narcolepsia. Sin embargo, en muchos casos, este tipo de fármacos pueden causar efectos secundarios tales como aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, provocar cuadros de ansiedad excesiva, y generar una dependencia al medicamento (tanto física como psicológica). Hoy en día, los médicos se inclinan por el uso de otro medicamento, el modafinil, que combate eficazmente los síntomas de la narcolepsia y no genera efectos secundarios. De todos modos, el modafinil, puede presentar contraindicaciones si se administra conjuntamente con anticonceptivos orales. Por este motivo, se aconseja tener especial cuidado cuando se prescribe a mujeres.
Más allá del tratamiento con fármacos, los especialistas recomiendan que una persona que sufre narcolepsia evite el consumo de grandes cantidades de alimentos y que tome algunos descansos de 15 minutos durante el día.
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